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Historias de familias con nin@s que nacieron con cardiopatías congénitas complejas

La peor noticia: el corazón de David Kohl dijo basta

La peor noticia: el corazón de David Kohl dijo basta (La Nueva 22/12/2017)

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La comunidad de Pedro Luro está shockeada, muda de la tristeza. El corazón de David Kohl, el pequeño que nació con una delicada cardiopatía congénita y cuyo tratamiento fue una causa regional, dijo basta.

Poco se sabe, por estas horas, en qué condiciones se dio este tremendo desenlace. Allegados a la familia contaron a La Nueva. que David estaba en Buenos Aires con su padre Jairo y su mamá, María Inés Sosa, presumiblemente para realizar algún tratamiento médico. Sus hermanas Milena y Luana los esperaban en Pedro Luro.

David había cumplido 4 años en febrero. A pesar de su corta edad, había sido operado 6 veces a corazón abierto y había sorteado 8 cateterismos, además de decenas de estudios y tratamientos invasivos. Los más cercanos lo apodaban "el pequeño gran gladiador": fuerte, capaz de resistir lo que fuera y sortear cualquier obstáculo para aferrarse a la vida. También era alegre y generoso para regalar sonrisas y abrazos.

Tuvo su primera cirugía a los 22 días de vida, y a los 5 meses debió ser traqueostomizado. La cardiopatía no sólo debilitó su corazón, sino que además le causó un severo daño cerebral que no le permitía hablar ni caminar. Él igual seguía adelante, contra viento y marea.

Luego vinieron más operaciones, hasta que en julio de 2015 se planteó la necesidad de continuar su tratamiento en el Children's Hospital de Boston, Estados Unidos. Primero todo Pedro Luro, luego Villarino y después la región se unieron en una campaña solidaria como pocas veces se vio para recaudar los 146 mil dólares que demandó aquella quinta intervención quirúrgica.

Para la sexta operación la familia directamente recurrió a la Justicia, ya que la obra social Osecac se negaba a costear el tratamiento en el exterior. Su experiencia fue clave para iniciar una campaña nacional por una Ley de Protección Integral de Cardiopatías Congénitas, que quizá en poco tiempo esté vigente.

En una nota con La Nueva. a inicios de este año, la mamá de David contó que estaba “más fuerte y con más energía” que nunca. A tal punto, que había comenzado el jardín, asistía a sesiones de kinesiología y hasta había logrado pronunciar varias palabras.

“Dio un super salto”, mencionó María Inés, orgullosa.

Más distendida, contó que la durísima lucha de David la había hecho crecer como persona y como madre.

“David me enseñó que nada me tiene que dejar bajar los brazos. Uno puede llorar, estar cansado, hasta enojado, pero no bajar los brazos. Yo no me lo permito. Hay luchas que uno siente con el corazón que son correctas”, confió en aquella nota íntima con este diario.

“Y además, si hay algo que David me vino a enseñar a mí como mamá y a todos, como familia, es a valorar las pequeñas cosas de la vida. La felicidad está en los momentos en familia, en festejar un cumple con sus amiguitos o compartir un mate con la gente que queremos. Nos enseñó a ser agradecidos con todo lo que tenemos, desde la casa y la familia hasta el trabajo de todos los días”, había mencionado.

Anoche el corazón de David dejó de latir. Su lucha, su mensaje y su ejemplo difícilmente puedan ser olvidados.

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